Joana Tamarit
La pintura de Joana inscrita en la tradición contemporánea del que se denomina «pintura matérica» parte del jazmín, un arbusto de infinidad de hojas, con flor blanca de cinco pétalos que es «leiv motiv» de la colección que expone. La imagen del jazmín es frecuente en la poesía persa y está en la base de ornamentación islámica, por lo tanto es una seña de identidad, un símbolo compartido entre oriente y occidente. Su pintura es el reconocimiento y tributo a la cultura Mediterráneo, una alabanza que aporta paz y bienestar. El arte de Joana más bien seduce se deja transitar y habitar. Este espacio matérico y contemplativo está hecho para seducir, perque su gesto es delicado y nos adentra por un camino claro y denso como símbolo de su lenguaje.

