En 2017, APIV cumple 20 años desde su refundación -tras algunos años sin actividad- en 1997. Dos décadas defendiendo los derechos de los y las profesionales de la ilustración gráfica, luchando por la dignificación del sector y visibilizando el trabajo de nuestros asociados y nuestras asociadas.
Un quinto de siglo creyendo firmemente en el aforismo popular de la unión hace la fuerza y constatando la meditación de John Donne de ningún hombre [ni mujer] es una isla sino una pieza del continente, una parte del todo: las malas prácticas, las condiciones abusivas, los presupuestos indignos que uno/a acepta afectan también al resto de profesionales del mismo modo que los logros individuales y los avances en el reconocimiento de los derechos que cada uno/a consigue, son una victoria de la que pueden regocijarse el resto de compañeros y compañeras.
A menudo escuchamos el cacareo de que ésta, la nuestra, es una profesión muy solitaria. La soledad, la falta de comunicación, de intercambio de información y de experiencias nos hace débiles y vulnerables para quienes tratan de aprovecharse del desconocimiento, de la inexperiencia o de la ilusión de aquellas personas que comienzan su andadura profesional. Combatir esa soledad y esa indefensión es, sin lugar a dudas, la piedra angular, la razón de ser, el leitmotiv de una asociación profesional. No en vano homenajeamos en nuestro subtítulo la vida y extraordinarias y portentosas aventuras de Robinson Crusoe de York, navegante, como paradigma de la soledad exacerbada (física y espiritualmente) y del ansia por regresar a la vida colectiva.
Un lugar en el cual alimentarse de la experiencia de los y las que nos precedieron, que allanaron el camino, que nos puedan servir de referente, de asidero, de faro. Un espacio en el que los talentos emergentes y aquellos que comienzan su andadura en el terreno de la ilustración y el cómic (en la compartición gráfica de las ideas, en definitiva) contagien a sus predecesores de una savia nueva, de nuevos lenguajes y referentes, de nuevos modos de hacer y de territorios inexplorados.
Un mástil al cual ligarse y hacer oídos sordos ante los cantos de sirena: no te podemos pagar pero te haremos promoción, colabora en este proyecto e intentaremos pagarte en el siguiente, esto lo verá mucha gente y te lloverán las ofertas o, el más burdo de todos, si no lo haces tú, ya encontraremos a alguien que lo haga.
Lo que proponemos es que, aquéllos y aquéllas que queráis participar, escribáis e ilustréis una anécdota (satírica o no) que os haya sucedido a lo largo de vuestra trayectoria (o que sepáis de buena tinta) o bien una reflexión acerca de las diatribas, dimes y diretes de la profesión.
Fecha límite IMPRORROGABLE: jueves 16 de febrero de 2017 a las 00:00h